
Me hubiese quedado con una nota en Facebook, pero el documental de Kathryn Ferguson (2022) me hizo volar. Hoy, que tenemos que decirle adiós a la gran Sinead O’Connor, no podré ir a dormir si no le dedico este pequeño homenaje.
Como muchos de nosotros, cuarentones terminales del centro del país (por aquello de que entramos a los cincuenta), conocí a Sinead en ese album de portada negra con su foto al frente y esa mirada angelical en la que unas letras amarillas decían “I do not want what I haven’t got”, o algo así como “no quiero lo que no he tenido”. Un par de años más adelante la ví en vivo de una forma totalmente inesperada: Peter Gabriel la había invitado a acompañarlo en su gira por México (The Secret World Tour) y apareció ahí, a medio escenario, con un vestido blanco, largo, con el que flotaba junto a él, mientras hacía coros en algunas canciones.
Claro, “Nothing compares to you” o “Mandinka” fueron exitazos, pero estoy plena –y tristemente– consciente de que no tenía ni idea de lo que decían sus canciones. Tampoco sabía nada de su infancia o de su tormentosa existencia. Como sea, el día que fui a Irlanda, sentí también que lo hacía porque quería saber más de lo que hacía y comprender a este pueblo que siempre me pareció tan interesante… tanto que decir de Irlanda, pero en fin, tuvieron que pasar muchos años para darme cuenta de quién era.
Sin duda la imagen de Sinead rompiendo la foto del Papa fue, prejuicios más, prejuicios menos, uno de los primeros motivos de admiración que tuve hacia ella, pues comprendí que en un país católico, hacer eso era como tirarse de frente al pozo, o a la fosa de los cocodrilos. Sí, la ví radicalizarse, pero no pasé nunca de ahí a seguirla o prestarle más atención. Después –como lo hacemos frecuentemente con la gente que piensa distinto– hice lo mismo que hizo el mainstream, o simplemente seguí sus instrucciones, sin preguntar: nos hicieron pensar que Sinead se había vuelto loca y que no había más que hacer con ella, más allá de escuchar de vez en cuando sus crípticas canciones.
Craso Error.
El documental de Fergusson, por supuesto recomendado por mi cineasta de cabecera y además única hermana, me hizo comprender mucho más: Sinead fue una activista; Sinead peleó por los derechos de las mujeres; Sinead fue una mujer abusada; Sinead vivió todo el peso de la religión católica en su infancia… Fue una mujer que superó decenas de obstáculos y algo más: Sinead no quería ser famosa sino, como hermosamente lo dice en el documental, “solo quería gritarle al mundo su injusticia”. Si alguien la subió al pedestal y luego la bajó de ahí, fuimos únicamente nosotros, en nuestra cortísima visión de lo que es “el éxito” y de la que pensamos –en el mainstream de nuevo– que debe ser la función de un artista: entretener.
Nada más errado: ver el documental y escuchar sus canciones es más poderoso; ver el documental y comprender su momento es esclarecedor; ver el documental ES darnos cuenta cómo somos engañados todos los días por los medios y por un grupo de gente que nos dice “la verdad” como si fuera cierta y única. Este trabajo es –una vez más– un golpe a nuestra pobre y pequeñísima conciencia. Sinead trabajaba para las cosas en las que creía y sabía que el arte es una forma de expresión para decir lo que no queremos entender. Sinead, femenino y diminutivo de Sean, y a la vez gaélico de Jhon, era una Juana de Arco en el sentido de su lucha política. Y nosotros la llamamos loca.
Me quedo con su rabia hacia un mundo que no escucha; me hago heredero de una mujer luchadora que nos dijo mucho y de la que solo nos quedamos con el ritmo; me apropio de su voz crítica, de su discurso reflexivo y al mismo tiempo hiper racional… y le pido perdón por no saber escuchar el mensaje del ángel del vestido blanco, en ese concierto del Palacio de los Deportes, en mis veintes, seguramente mi etapa más aturdida socialmente y empañada por el falso éxito del dinero.
Perdón Sinead, y espero que nunca sea demasiado tarde.
Te invito a ver el documental. Aquí estará disponible hasta el 3 de agosto, en este link de una página de descargas: https://we.tl/t-cvVy7A2bzKaa OJO: tiene truco para robots: quítale las últimas dos letras y tendrás la dirección correcta. Está en inglés y no tiene subtítulos, pero no me pidas tanto: se hace lo que se puede, con lo que se tiene.
Por cierto, te dejo el trailer abajo… y de nuevo adiós, amazona, ángel, luchadora social de la voz impactante.
PD: La foto, de mi colección de discos compactos.
Ups, olvido: en este link un excelente artículo acerca del documental (inglich!)
julio 27, 2023 @ 8:02 pm
Sam, muchas gracias por el regalito del documental, no sabia, más bien, ni idea de lo que llego a representar Sinead, ahora se in poco gracias a ti, un abrazo
noviembre 20, 2023 @ 11:46 pm
Verdad que es genial? Gran abrazo, Sam.
julio 27, 2023 @ 2:04 pm
Excelente Sam yo la amo
noviembre 20, 2023 @ 11:46 pm
Era una grande… Lástima que esos caracteres no sean los que prefieren nuestras juventudes.